martes, septiembre 26, 2017

Parpadeo

Cierro los ojos. Veo a dos personas sentadas una al lado de la otra, hombro con hombro. En un banco de piedra, bajo el tibio sol de otoño, no pueden mirarse de frente pero mantienen una conversación pausada. Oigo el latido de sus corazones pero no sus palabras. Puedo imaginar lo que se dicen. 

Abro los ojos. Ya no están en ese banco, pero no andan lejos. Se sientan uno frente a la otra y siguen conversando. Escucho lo que se cuentan, sus risas. No oigo el latido de ninguno de los dos, pero imagino que esta vez su ritmo es más pausado.

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