lunes, septiembre 26, 2005

Canción

Me gusta cantar. Me da vida. Canto en casa, en la calle, a todas horas. A veces me paso meses cantando siempre (o la mayoría de las veces) la misma canción. Me está pasando ahora con una canción. Amen Omen. No hay palabras para describir su dulzura, su belleza.

La descubrí hace poco más de un mes. Un buen disco, "Diamonds on the inside". Es gracioso, porque luego, de tanto cantarla, te parece que hace de banda sonora escogida especialmente para lo que estás viviendo en ese momento. Como si alguien te la hubiera puesto ahí a tiro para que seas más consciente de lo que te está pasando. Pero es sólo una ilusión, ¿no?

La letra en comentarios para el que tenga curiosidad.

domingo, septiembre 25, 2005

Holocausto

Hoy estaba haciendo un poco de zaping en la tele cuando me encuentro con un documental sobre el holocausto judío. Habla un superviviente de un campo de concentración: "...aquel hombre me había robado el gorro. Por la mañana, si te presentabas sin el gorro te fusilaban. Pero yo quería vivir. Así que me deslicé por el barracón en la noche y le robé el gorro a otro hombre. No sé quien era, no sé si era polaco, francés o español. Sólo sé que no lo volví a ver, que al día siguiente lo fusilaron. Lo peor, lo peor es que los nazis, siendo yo una víctima, me obligaron a hacer cosas terribles que en otra situación no hubiera hecho nunca."

sábado, septiembre 24, 2005

Para echaros unas risas

Hace un ratito volvía yo para casita cuando a las puertas del super de debajo de mi casa me para una mujer y me dice: "¿Podrías comprarme un bocadillo?" Y yo: "¿Eh?" Pero le había entendido perfectamente... No sé cuantos años tendría. Parecía una anciana, pero creo que no lo era. Me dio pena, mucha pena. Así que aprovechando que llevaba algo de dinero encima le digo: "No se preocupe, espere aquí un momento" y entro en el super. Decido comprarle una barra y me acerco a charcutería para comprar algo de embutido. Por los pasillos me encuentro con una conocida...¿qué tal? y bla, bla. Yo corto pronto. Temo que la mujer se haya marchado. Compro una botellita de agua (me cuesta horrores cogerla del estante porque es la más barata y la ponen en la estantería más alta y encima al fondo del todo...ja, qué listos) pago en caja (he hecho una buena compra, cualquier sandwich prefaricao me hubiese costado lo mismo) y cuando salgo, la mujer había desaparecido. Vaya, pienso, y luego me encojo de hombros al acordarme de que mañana tengo que llevar un bocata al ensayo. Está bien. No ha pasado nada.

viernes, septiembre 23, 2005

Próxima parada

Esta mañana iba de pie en el metro ojeando el 20 minutos, cuando suena el "próxima parada..." La verdad es que no estaba pendiente de la estación, pero vi algo en la cara de la chica que estaba delante de mí que me hizo recuperar el mensaje de mi cabeza. Es curioso, ¿verdad? Creemos que no lo hemos escuchado pero a nuestro cerebro le sirve haberlo oído para recuperarlo a una velocidad vertiginosa. Había dicho Méndez Álvaro. Ja. Miré a la chica y esbocé una sonrisa. La chica se rió y el hombre que estaba a su lado dice : "Caray" y yo digo "Eso sí que es velocidad" y añado "Metro de Madrid, vuela" Y nos reímos los tres. Lo cierto es que esa parada no está en la línea en la que vamos, ni siquiera la línea a la que pertenece tiene correspondencia directa con la nuestra...No sé qué es lo que falló. "Se han confundido de cinta" dice la chica. Nunca me había parado a pensar en eso. Qué gracia.

Pero eso da igual. Lo importante es que nos ha servido de excusa para compartir unas risas. Me gustan esos momentos en el transporte público. Cuando surge la risa espontánea, la complicidad de unos pocos segundos con gente que no conoces de nada. Con gente con la que probablemente no vuelvas a intercambiar ninguna palabra, ni una sonrisa, ni siquiera una mirada en toda tu vida.

Estoy cansada

Me duelen el cuello y la espalda y me pican los ojos. Creo que ya he tenido bastante ordenador por esta tarde. Ahora me voy al hospital. Bueno, dicho así parece que es el ordenador quien me ha puesto enferma...No, no. Voy a visitar a mi hermana. Está bien, no os preocupéis. Vaya, tengo un trayecto largo y no tengo nada que leer. Qué aburrimientooo. Bueno, intentaré pasar el rato observando a la gente que viaje conmigo en el metro. Qué queréis, es lo único que le queda a una cuando no lleva algo con qué entretenerse. Mmm, también podría escribir algo, pero me duele la espalda y si intento escribir en el metro me va a doler más. Bueno, pues nada, que me voy. A ver si encuentro bien la habitación, que el otro día estaba tan zombie que no recuerdo bien los pasillos.

jueves, septiembre 22, 2005

Algo bonito

Ya está bien de cosas oscuras...

Ayer, cuando guardaba una cosa en una caja encontré un cuaderno de cuando tenía 8 o 9 años.

Era de cuando iba a clases particulares de inglés, pero el profesor me ponía también deberes de mates (la propiedad distributiva) catalán (jua, me parto con un diálogo que inventé en el contexto de una agencia de viajes) y castellano (o "llengua de segon lloc" como decían las notas del cole) para reforzar.

Ya conocía de la existencia de ese cuaderno, pero lo que había olvidado era que en él había copiado la primera escena y parte de la segunda de una función escolar.: "Las cuatro estaciones" Dios mío, ya la había olvidado. Pensaba que la primera vez que tuve que memorizar un papel fue cuando me tocó hacer de letra B en "L'abecedari" ("pero jo soc mes alta i mes bonica"...me encantaba esa frase).

Pero no, no, antes había hecho las cuatro estaciones. Es gracioso, porque no recuerdo ni siquiera cuál de las dos mujeres que aparecían en la obra era yo (¿era Filomena o era Marta?) Creo que nunca lo sabré. No recuerdo nada, nada. Sólo recuerdo que había una parte en que teníamos que cuchichear los cuatro (representábamos a dos matrimonios) y siempre nos entraba la risa porque uno de los niños siempre decía alguna barbaridad. Pero no recuerdo nada más. No recuerdo los nervios, ni qué llevaba puesto, ni si la representé delante de mis padres,...nada.

Es hora de sacar la basura...

miércoles, septiembre 21, 2005

El poder de la tecnología...

¿Recordais la primera entrada de mi blog? Aquello de "Sí, en realidad muchas veces me siento como el hombre primitivo... apenas conozco nada de este mundo informatizado, sólo manejo un par de herramientas y muchas veces me encuentro perdida"

Vale, pues hay días en que además de perdida tengo miedo. Miedo porque sé que hay otros (muchos otros) que manejan mucho mejor esa tecnología... Me pregunto si el hombre primitivo empezó en ese momento a temer (de verdad) a los de su misma especie. El día en que unos comenzaron a "evolucionar" antes que el resto. Hasta entonces, seguro que confiaban en que si tenían que luchar contra el otro, el combate sería más justo, cuerpo a cuerpo y se sopesarían más las fuerzas antes del enfrentamiento. Pero en cuanto aparece la tecnología olvídate, chaval.

Fijaos en las manos de la foto. Distintas. ¿Qué relación tendrían entre sí esas personas? Una de ellas es significativamente más grande, pero ¿tendría más poder sobre los otros por eso? Quizá la mano más pequeña era más hábil con la "tecnología" y ejercía más poder...

Qué mal...

Me he despertado a las 5:30 de la mañana y desde entonces hasta ahora no he podido volver a conciliar el sueño... Me encuentro fatal, me duele el estómago, como si tuviera ganas de vomitar. Conozco a gente que vomita por nada (o casi nada) pero a mí me cuesta mucho hacerlo. Creo que en total lo habré hecho 3 veces en mi vida...(que yo recuerde). Ojalá tuviera esa facilidad y pudiera quitarme este peso de encima.

Lo que pasa es que esto no es porque me haya sentado mal la cena o la mierda de medicación que tomo todas las noches... Lo que pasa es que tengo algo que no puedo echar fuera y como llevo un par de días algo desordenados pues ha acabado por enredarse en mi estómago... Bueno, ya que no puedo vomitarlo buscaré una "infusión" que me ayude a digerirlo...

martes, septiembre 20, 2005

El despertador

Hoy me ha despertado la desesperación y el llanto de quien sufre dolor. Ha sido como si hubiese sonado el despertador. Lo he oído y sin pensar en nada me he levantado... No podía hacer nada para paliar el dolor, sólo podía entregar mi tiempo, mi presencia. Pero su dolor seguía ahí.

¿Por qué sufre? No es justo... No, no es justo, pero creo que he llegado a una conclusión. Sufre porque está viva, los muertos no sufren, sólo sufren los vivos. La vida es lucha, es sufrimiento, "los fuertes sobreviven porque los depredadores se comen a los débiles". Formamos parte de la naturaleza y la naturaleza es cruel, es injusta...

De todas formas estoy tranquila, preocupada por ella, pero tranquila.

Otra vez...

Vaya, después de (a ver, déjame ver, 6 meses, una semana y un día) lo he vuelto a hacer. He vuelto a perder el control. Jo, mira que me fastidia. Me fastidia porque me desborda y porque, bueno, porque la gente puede pensar que lo hago intencionadamente (para dar pena y esas cosas). Pero es que hay veces que me supera, que no lo puedo controlar. Cuando estoy en casa pues no pasa nada, porque me voy a mi habitación y todo queda allí, en la almohada. Pero cuando estoy fuera y me "ataca" me cuesta mucho lidiar con él.

Es un fastidio, porque fastidias al otro. Pero he de reconocer que cuando me pasa, es que algo interior me está dando una voz de alarma: eh, esto sólo es la punta del iceberg. Así que supongo que hay que verle el lado positivo. Cuando el llanto me ataca es porque algo ha colmado el vaso. Al final sólo era una pequeña gota. El problema no es esa gota. El problema era el agua que llenaba el vaso (que a veces es agua a mogollón, véase, problema serio y a veces es la suma de otras gotas, pequeños problemas que vas acumulando por desidia o por lo que sea).

lunes, septiembre 19, 2005

Horóscopo

Me gusta el periódico 20 minutos. Ojeo las noticias, busco la tira de Eneko, recorto algunas tiras de "El bueno de Cuttlas", me gusta mucho la sección de cartas de los lectores y leo el horóscopo. Hoy leo: "no dejes que te enfaden las actitudes de los demás y que hagan salir tu lado agresivo. No favorecerá la mirada de los demás hacia ti". Mierda, en general no creo en horóscopos pero hoy me ha jodido algo y me han dado ganas de mandar todo a tomar por culo. De saltar de la platea y olvidarme de todo... El horóscopo dice que no saque mi lado agresivo. No, de todas formas no lo iba a sacar. Pero me ha dolido, joder, me ha dolido mucho. Pero normalmente cuando algo me duele, lloro a solas y cuando ya se me pasa intento olvidarlo. Casi siempre lo olvido. Sé que esta vez lo olvidaré pero ahora mismo estoy muy, muy jodida.

Propósito de enmienda

Vale. Rectifico lo anterior. Olvidaos de fuerzas y demás gilipolleces. Los cobardes también pecan de eludir responsabilidades. Pero juro que (ahora que me doy cuenta, los mentirosos pecan de decir eso). Bueno, pues digo así, sin más, que no hubo maldad intencional.

Así que asumo mi responsabilidad. Escribo porque me da la gana. Alguien utilizó la palabra "EXIJO" pero yo seré siempre la que tenga la última palabra. Primera lección: "no te escaquees".

Una fuerza que me empuja

Desde hoy hay una fuerza "mayor" que me exige dejar mi huella aquí diariamente. Me gustaría decir que se trata de mi voluntad, pero mentiría. Y esa fuerza me pide sinceridad.

Sinceridad/Voluntad. Dos de las cosas que más asustan a los cobardes y yo peco de cobarde. Bien, haré propósito de enmienda.

Hoy, entre otras cosas, he estado viendo una película: La intérprete. Ahí os dejo un fragmento (en el comentario).

viernes, septiembre 16, 2005

Bueno, aquí estoy


No sé qué me ha empujado a empezar este blog.

Supongo que he querido dejar mi huella en este mundo extraño que es para mí el ciberespacio (que palabra más hortera). Sí, en realidad muchas veces me siento como el hombre primitivo... apenas conozco nada de este mundo informatizado, sólo manejo un par de herramientas y muchas veces me encuentro perdida.

Tampoco espero nada de él. ¿Qué esperaba el hombre primitivo del mundo en el que vivía? No creo que tuviera mucho tiempo como para perderlo esperando algo.