martes, octubre 03, 2017

Las cosas del querer

Y qué bonito es cuando se quiere bien.

Porque a veces creemos que todo es igual, que los afectos tienen un solo nombre y una sola forma.

Pero no, no es así.

Querer bien se quiere en contadas ocasiones. Ya se sabe, lo bueno se vende caro. Si tu corazón no crece, no estás queriendo bien. Si tus sentidos no se subliman, desconfía. Conformarse, amoldarse, estar y no estar... olvídalo, así no es.

Querer bien es algo que se siente una vez. Un calor de hogar que se instala en lo más profundo de tu ser. Añorarás la primera llama, pero aunque no la vuelvas a ver, ahí estará. Porque hay un antes y un después. Y quien albergó un bien como ese, no lo pierde más.

Quien bien te quiere, te quiere bien.