sábado, diciembre 30, 2006

Determinismo

¿Es cierto? ¿Existe el destino? No lo sé. Ayer por la noche me imaginaba a unos cuantos dioses (es que en eso del destino me gusta imaginarme a varios, lo del libre albredío se lo dejo a uno solo) jugando con todos nosotros. O no, quizá mejor unos diosecillos, que eso de jugar con nosotros debe ser considerado como una tarea para segundones...

Una cosa así:

(Residencia habitual de dioses y diosecillos. Amanece. Aparece DIOSECILLO 1 por la izquierda bostezando, se acerca a un panel y se detiene a leerlo).

DIOSECILLO 1: Vaya, qué de cosas me toca hacer hoy...

(Entra DIOSECILLO 2)

DIOSECILLO 2: Buenos días, qué, ¿hoy te toca la guardia a ti?
DIOSECILLO 1: Pues sí, ¿y tú qué haces tan temprano por aquí?
DIOSECILLO 2: Nada, que me he desvelado un poco. No veas cómo ronca el dios del Trueno. Pero claro, cualquiera le dice algo...
DIOSECILLO 1: Ay, qué triste la vida del diosecillo, ¿verdad? Sin nombre, ni altares...(suspira).
DIOSECILLO 2: Bueeeno, al menos no pasamos de moda, ni caemos en el olvido. Y ellos...ejem (susurra al oído de DIOSECILLO 1) ¿viste el otro día al Jonsu en el programa Ninfa Rosa?
DIOSECILLO 1: ¿Jonsu?, ¿quién era ese?
DIOSECILLO 2: Sí, el hijo de Amón y Nut... El egipcio...No veas lo que se ha desmejorado.
DIOSECILLO 1: Uy, no me hables de los egipcios, chico...Peor fue lo del dios Min...
DIOSECILLO 2: Oh, qué escandalo...sí, sí... Si es que no saben asimilarlo y claro, todo lo que sube... (ríe).

EL JEFE DEL COTARRO (Voz en off): ¡Menos hablar y más trabajar!

DIOSECILLO 1 corre a por un ordenador portátil.

DIOSECILLO 2: ¿Empiezas con lo de la comprobación del entretejido del destino de los hombres?
DIOSECILLO 1: (mientras habla pone en marcha el ordenador) Y de las mujeres, y de las mujeres... (susurra) que no veas cómo se ponen algunas con lo de la igualdad de sexos...
DIOSECILLO 2: Oh, sí, lo dices por lo de...
DIOSECILLO 1: Calla, calla... que las nubes oyen...

(Entra la DIOSA ERIS por la derecha y pasa rápido sin mirar a nadie).

(DIOSECILLO 1 y 2 hacen una reverencia).

DIOSECILLO 1 (Habla muy alto): Uy, sí, pues como te iba diciendo... la comprobación del entretejido del destino de las mujeres y los hombres es un latazo...

(DIOSA ERIS sale por la izquierda)

DIOSECILLO 2: Uy, pues a mí es lo que más me gusta. ¿Puedo ayudarte?
DIOSECILLO 1: Por mí, como si lo quieres hacer tú todo.
(CONTINUARÁ)

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