martes, octubre 18, 2005

Hora de la comida (sin mantel)

Hoy he comido fuera, en una taberna con restaurante muy cuca en el centro de una ciudad del sur de Madrid. Me gusta el centro de estas ciudades dormitorio que en su tiempo eran pueblos escasamente comunicados con la capital. Se parecen, con sus casas bajas y demás, pero cada cual tiene su "encanto".

He llegado a eso de las 3 menos cuarto y la parte de restaurante estaba petada. ¿Sólo usted? Sí, yo sola. Y el camarero me dice que si quiero puedo esperar un poco o me preparan una mesa en la zona de taberna, pero en un sitio recogidito, la mar de cómodo. Bueeeeno, vale, me subo a la tabeeerna. Oye, pero tiene razón el chico, está bien: sin tele (y los odiosos telediarios), sin humo, sin gente... Pido menú. Me atiende una chica amabilísima y sonriente y aprovecho la soledad para cantar: "Just one year ooof love iiis better than a lifetime aloooone..." Psché, no sé, me apetecía cantar mientras esperaba por las lentejas.

Llega una mujer y su hijo y al ratito llegan dos mujeres más. Bajo el volumen de mi "transistor" y sigo cantando. Estoy de buen humor. Hasta que una de las últimas mujeres empieza a quejarse porque en la mesa no tienen mantel "¿Pero nos van a tener así, sin mantel ni nada?" Oiga señora, que esto ha sido una solución improvisada, ¿no ha visto cómo están abajo? Nadie se lo dice, claro, sólo lo pienso pero no digo nada. Vaya, pero parece que la mujer que llegó primero se da cuenta en ese preciso momento de que no hay mantel tampoco en su mesa y se une a la protesta...(es que somos de un solidaariooo).

Ambas se unen en un barullo que cada vez me molesta más y subo el transistor para no ponerme de mala leche (joer, vaya panda de tarados...ja, ja...y yo la primera...ja, ja) Me traen las lentejas y la camarera, acercándole la carta, le pregunta a la señora/revolucionaria del mantel si va a pedir menú. La señora le contesta que ella va a comer unas judías rehogadas y una tortilla francesa pero que si no le van a traer el mantel. La chica se queda a cuadros y deja las cartas en la mesa mientras baja a buscarme una cuchara. La señora, enajenada por lo del mantel y sus judías, deja su carta en una mesa vecina y sigue con su cantinela "yo, mantel, judías, tortilla"

Llega una pareja más a comer. La camarera me trae mi cuchara y toma nota de la madre y el hijo. Dejo de cantar y me pongo con las lentejas (buenísimas, por cierto) Sube otra camarera y trae dos manteles. La señora se ve vencedora y dice bien alto "Esto es otra cosa" y antes de que la segunda camarera le pida nota dice "yo voy a tomar unas judías..." La camarera le dice que no pueden hacer otra cosa que no esté en la carta, que están hasta arriba en la cocina. Y la señora se enfurruña y le dice a su acompañante "Pues yo no como, te hago compañía pero no como nada" A mí me da la risa (soy maaaalaaa) Llega un camarero con un tercer mantel y le pregunta qué le pasa. La señora repite su frase y su acompañante pregunta incrédula "¿Pero no pueden hacerle unas judías y una tortillita?" El camarero dice "Es que no tenemos judías, la tortilla sí, pero las judías imposible" La acompañante le recomienda unos espárragos del menú "Espárragos sí puedes comerlos, que son diuréticos" Y se acaba la tormenta.

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