jueves, febrero 02, 2006

El viento del norte y el sol

Hay un cuento que siempre me gustó mucho, incluso podría decir que es mi favorito. Cuentan que un día el viento del norte discutía con el sol sobre quién era el más fuerte de los dos. Entonces vieron salir a un hombre de su casa con abrigo y sombrero y dijo el viento: "Bien, el que consiga quitarle el sombrero a ese hombre en menos tiempo, será el más fuerte" El sol aceptó y le concedió al viento el honor de ser el primero en intentarlo. El viento empezó a soplar, y sopló y sopló. Y como el viento del norte es un viento gélido, el hombre hundía más y más la cabeza en su abrigo y se sujetaba con mucha fuerza el sombrero. Después de muuucho tiempo intentándolo, el viento dejó de soplar y dijo: 'Es imposible. Debe de llevarlo pegado a la calva'. El sol sonrió y dijo: 'Ahora es mi turno' y comenzó a brillar en todo su esplendor. El hombrecillo empezó a sudar, se quitó el abrigo, se quitó la chaqueta, y al poco tiempo, se quitó su bonito sombrero y comenzó a abanicarse con él...

Bien, pues a pesar de todo, una comete errores y ¿os acordais de cuando eché a un viejo fantasma y a mi archienemiga por la ventana al frío de la noche? Pues bien, no funcionó, hoy han vuelto. Claro que esta vez, después de que me hicieran llorar de nuevo, me he acordado de esta historia y les he hablado dulcemente... Y después me he despedido de ellos con educación y dejándolos sentados en el banco de un parque cogiditos de la mano. Lo que no pudo hacer el viento del norte, seguro que sí lo hará el agradable sol de las cinco y media de la tarde.

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