lunes, octubre 26, 2015

Tuya y mía

Un olor corriente y aquí te tengo otra vez. Qué estupidez seguir así, ¿verdad? Con la cabeza dándome vueltas cada vez que te acercas a mí, aunque sea en forma de fantasma. Perdona, no sé quién es peor, el invitado o el anfitrión. ¿Me pongo cómoda mientras preparo la cena? No, mejor hoy me arreglo para salir y si quieres, vienes. Y si no, pues tampoco hay que hacer un drama, ¿no? Aquel tiempo fue muy dulce. Gracias por todos esos momentos. La alegría fue compartida. La vida fue nuestra.

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