miércoles, marzo 29, 2006

Ochenta y tres años, ochenta y tres...

Hoy venía corrigiendo en el metro unas fichas que mandé el fin de semana pasado a los niños. Bah, nada en particular, un poco de caligrafía y cuatro chorraditas sobre la gl y la gr. Que, por cierto, después de ver tantas veces escrita la palabra "jerogrífico" ya empezaba yo a dudar si la que estaba equivocada era yo. Je, je. Cosas que pasan.

Pues ya sólo me faltaba corregir el trabajo de una niña, cuando llego a mi parada. Me bajo y pienso: bah, voy a sentarme aquí en un banco y termino ya con esto. Y ahí que me pongo yo a plantar Bes (de bien) a diestro y siniestro sobre el papel cuando se acerca un señor y me pide que le deje un hueco para sentarse. Claro, es que yo había dejado el abrigo, la bufanda, la cartera...todo por ahí tirao' (uf, a ver si ya se pasa la época del abrigo que menudo rollo cuando vas en el metro). Y mientras yo recogía mis cosas me dice el hombre: es que yo ya no puedo estar de pie. Y yo: nada, nada, no se preocupe. Y el hombre que sigue: cuando llegues a ochenta y tres años como yo, lo entenderás. Yo me he sonreído y he pensado bueno, eso si llego.

Me pregunto si para entonces seguirá existiendo este blog...

sábado, marzo 18, 2006

A Dios pongo por testigo...

...de que jamás volveré a correr para coger un autobús...

Ah, y de que voy a emplear el truco del celofán para que el bonobús de 10 viajes me dure otros 10...¡Toma ya!

Y mientras tanto, sigo mirando mi reflejo en el agua como aquel chico con nombre de flor, preguntándome qué verá de bello en mí. Sé que me equivoco, que la respuesta no está ahí. Pero no puedo evitarlo.

viernes, marzo 17, 2006

TE QUIERO

Poco más que decir y taaanto que disfrutar...

Me encanta vivir contigo. Tuya siempre.

sábado, marzo 04, 2006

Mi primera radio (segunda parte)

LA HISTORIA EMPIEZA EN LA ENTRADA ANTERIOR (para despistados)

El caso es que al final nos decidimos por los dos regalos "equivalentes". Yo me despedí de la radio y me dispuse a engrosar (qué otro remedio me quedaba) mi colección de libros sosos del Barco de Vapor o similares.

El viernes antes de Semana Santa se celebraba la entrega de premios. Allí estábamos, no recuerdo bien si en el gimnasio o en el salón de actos del cole, entre unos cuantos niños y profesores, esperando a que nos dieran el premio. Después de un rato (que a mí se me hizo algo largo) nos llamaron para recoger nuestros paquetes. Si mi memoria no me falla, nos entregaron dos paquetes iguales envueltos en papel de regalo de color naranja, sí, je, je. Aquello no eran libros, era demasiado grande...Volvimos a nuestro sitio y abrimos cada una nuestro regalo y...voilá. Dos radios idénticas, una para cada una. Eran de marca NiSu (bueno, ya sabéis, "ni su padre la conoce"), negras, más pequeñas que la otra, con una sola pletina...pero, ¡qué alegría nos dieron! ¡Por fin tenía mi propia radio! y todo gracias a invertir un poco de pasta en plastilina y corcho... Ja, ja, ja. Bueno, y gracias a Ana B, claro, que fue la promotora de la idea (como casi siempre, je, je).

Coloqué la radio en la cabecera de mi cama-nido, orgullosa, feliz. Esa misma noche puse una y otra vez la cinta de los Beach Boys que mi primo Ángel le había grabado a mi hermana. Una y otra vez, a oscuras, disfrutando de las alegres melodías y las armonías de las voces de los Wilson y compañía...

Qué fácil es ser feliz a veces, ¿verdad?

¿Por qué me he acordado de esta historieta hoy? Bueno, pues porque esta mañana, en un ataque de consumismo musical, me he comprado (entre otros) el The Very Best of The Beach Boys y bueno, lo estaba escuchando cuando he oído "Then I Kissed Her" y me ha venido a la cabeza la sensación aquella de estar a oscuras en mi cama escuchándola por primera vez en mi primera radio... Es curioso porque llevaba ya 15 canciones escuchadas y no fue hasta llegar a esa cuando me vino esa imagen, je, je. Me ha gustado mucho, muchísimo recordarla y bueno, escribirla también me ha gustado mucho.

Saludos a Ana B, que hizo posible que aquella radio llegara a mis manos.

viernes, marzo 03, 2006

Mi primera radio

Corría el año 1992. Mi amiga y yo habíamos presentado la maqueta de una ciudad futurista en la semana cultural del cole. Alambre, cajas de medias, corcho, pegamento, plastilina, más cajas de diferentes medidas, mucho más corcho... Je, je. Qué recuerdos tan gratos de tardes pasadas en la mesa de su cocina preparándola.

Puesto que en el tercer ciclo de EGB (el antiguo sexto, séptimo y octavo) no se presentó mucha gente en la categoría de manualidades (creo que las otras eran relato corto y poesía), no creo que a los profes que formaban parte del jurado les costase mucho llegar a la conclusión de que merecíamos el primer premio. No era gran cosa, nunca destacamos mucho en manualidades ninguna de las dos, reconozcámoslo, pero tuvimos suerte. Los otros dos proyectos eran muchísimo más cutres, para qué negarlo.

El primer premio era una radio roja de unos cuarenta centímetros de largo con cassette de doble pletina. Guau, era super chula para aquellos entonces. Pero claro, era UNA radio, y nosotras éramos dos. Un par de días antes de la entrega de premios, recuerdo que nos preguntaron: ¿queréis que os demos la radio y después la sorteais entre las dos o mejor os damos dos regalos equivalentes al premio de la radio? Uf, no sé qué pensaría Ana B. La verdad es que yo tenía muchísimas ganas de tener una radio, que a mi hermana se la habían regalado un año antes por su comunión. Pero, claro, era SU radio y como dormíamos en distintas habitaciones no podía disfrutarla ni un poquitín. Y claro, la verdad es que eso de "regalos equivalentes" me sonó a engañifa total, recuerdo que pensé: "buaj, seguro que nos dan cualquier lote de libracos cutres de esos que les regalan las editoriales, un par de gomas, cuatro lápices y chimpún". Pero claro...¿y si la sorteábamos y le tocaba a Ana B?

CONTINUARÁ...